
Dicho muro de aproximadamente dos metros de altura y más de un metro de ancho, aparte de malograr el ornato de la plaza de armas obstruyen la visión a los negocios que se encuentran tras de él, por lo cual los quejosos exigen que dichos medidores se pueden instalar en el sótano de la glorita de la plaza de armas o en cualquier otro ambiente en que no malogre el orden de la ciudad.
“no es justo que aparte de que la ciudad está en pésimas condiciones, se construya este muro que perjudica la visión de nuestros negocios así como da mal aspecto a nuestra plaza de armas, exigimos que se reubique de lo contrario tomaremos medidas de fuerza con la finalidad de hacer prevalecer nuestros derechos” manifestaron los indignados vecinos.